Una de las visitas que hicimos en la penúltima edición de #escapadarioja fue Finca Valpiedra. Nos encantó conocer de primera mano, con Patricia, la historia y las características de esta bodega fundada en 1999 pese a pertenecer a una familia de viticultores como Martínez Bujanda, que se remonta al siglo XIX. Fue entonces cuando se fundó en 1889 la bodega en Oyón.
Posteriormente, en 1951, el proyecto creció gracias a la bodega Cosecheros y Criadores, que vinificaría en DO Castilla La Mancha
Ahora está la cuarta generación, Carlos y Pilar, quienes a partir de los años 90 emprenden el proyecto de elaborar vinos de finca, que daría lugar a Finca Valpiedra. Lo primero a tener en cuenta y que nos llama la atención es su particular ubicación a orillas del Ebro, en uno de sus meandros, con todo lo que ello comporta a nivel de microclima y terruño: poco rendimiento del suelo aluvial, maduración más temprana que en otras zonas riojanas. Estamos ante un microclima, entre la Sierra de Cantabria y la de la Demanda, que tiene características tanto atlánticas como mediterráneas, con días muy soleados y noches frescas. A una altura de unos 400 metros, suelos de arena con caliza, el típico suelo aluvial con cantos rodados de piedra caliza que mantiene la temperatura cálida y la humedad.
Otro característica que hace especial a Valipedra es su carácter bordelés de chateau: dispone de un solo viñedo propio para elaborar dos únicas referencias. De hecho, esto ha posibilitado inscribirse dentro de la Asociación de Grandes Pagos de España, siendo la única bodega riojana perteneciente a este grupo exclusivo.
La Finca consta de 80 ha. de viñedo, con una antigüedad media de unos 40 años. La mayoría son evidentemente de Tempranillo, plantado en vaso, variedad clásica de la zona que da mucho color, aroma, mineralidad y fruta. Los suelos son pobres, lo cual ayuda a la calidad de la uva. Las otras variedades son Graciano, Garnacha y Maturana tinta.
Como es de suponer, la vendimia es manual, para realizar una primera selección en la misma viña y posteriormente una segunda en la mesa antes de entrar a bodega. La nave de elaboración es de corte moderno, con 31 depósitos de inoxidable que vinifican por separado las diferentes variedades de las diversas parcelas. También tienen algún depósito de hormigón.
La uva llega bastante entera al depósito. A 24º-28º se realiza la FAL, que se alargará durante 7-10 días con remontados periódicos. Después, 15 días más de maceración con las pieles. Posteriormente, se realiza la segunda fermentación, maloláctica, en inox, hormigón o madera.
Después entramos en la nave de barricas, con unas 3.000, principalmente de roble francés, más que americano, con tostados medios-bajos. Se utilizan durante los primeros tres años. Los siguientes, van para Bujanda. Valpiedra rompe con el concepto clásico Rioja para ofrecer vinos con equilibrio de fruta y madera. Se lleva a cabo un trasiego periódico de barricas, por lo cual no se hacen rellenados, y así se favorece la oxigenación del vino.
Las dos referencias y añadas actuales son el Cantos de Valpiedra crianza 2013 y el Finca Valpiedra reserva 2010. Vamos a catarlas junto con chorizo y queso riojanos que están de muerte, y en una sala de catas maravillosa y elegante, con grandes ventanales que miran hacia la Finca y el Ebro.
Antes de empezar el recorrido, catamos el Finca Montepedroso 2015, un monovarietal de Verdejo de la D.O. Rueda. Un Verdejo que se aleja de los habituales, ya que es más robusto gracias al trabajo de lías durante 5 meses. Nos gustó bastante.
Antes de empezar el recorrido, catamos el Finca Montepedroso 2015, un monovarietal de Verdejo de la D.O. Rueda. Un Verdejo que se aleja de los habituales, ya que es más robusto gracias al trabajo de lías durante 5 meses. Nos gustó bastante.
- Cantos de Valpiedra crianza 2013. Tiene un año de barrica (70% francés, 30% americano). Sale en 2016 con un potencial de guarda de 4 a 5 años. Es monovarietal Tempranillo de cepas de entre 25 y 30 años. Color entre rojo picota y mora. Capa media alta, 13'5º. En nariz, fruta sobre todo, a copa parada: arándanos, grosellas, moras. Toque goloso y dulce, de mermelada. En boca hace salivar, sigue preponderando la fruta. Fresco, con vida, con mucha proyección. Tanino poco presente. Ideal como aperitivo, barbacoa... Fácil.
- Finca Valpiedra reserva 2010. Añada excelente. 92% Tempranillo, 3% Graciano y 5% Maturana tinta.24 meses de crianza en roble francés. Capa más alta, aroma más intenso, más curado, más potente, balsámico. Tierra mojada, humedad, especiado, complejo, mineral, de monte, de suelo. En boca, muy redondo. El final sigue teniendo fruta pero más madura, endrinas. Tanino muy pulido. Es excelente.
Y así concluía un nuevo episodio vinícola riojano. Cada vez nos gusta más dejarnos caer por ahí...
Salud!
(Sábado, 1 de Abril de 2017)
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