Menuda sorpresa más agradable la que nos llevamos en nuestra visita a Murua. Estamos ante una bodega cuya familia fundadora, los Masaveu, es catalana, procedente de Castellar del Vallès, donde en el siglo XIX ya habían creado una bodega.
Nos recibe muy amablemente Patricia Pascual, a media mañana, con quien empezamos el recorrido y la explicación por todos los ámbitos de esta interesante bodega riojana. Lo pasamos en grande.
Esta misma nisaga familiar, en 1974, compra la actual Bodega Murua, en Eltziego, que hemos tenido el privilegio de visitar. La construcción es de 1989 pero utilizando en buena medida materiales antiguos. Masaveu es ahora un grupo emprearial que elabora vinos en diferentes denominaciones de origen españolas y bajo diferentes marcas: Fillaboa, Pagos de Araiz, Leda, Llagares Valverán (sidra de Hielo).
Aquí nos hallamos en una zona de enorme tradición vitivinícola. La Rioja Alavesa, a cobijo de la Sierra de Cantabria, disfruta de un microclima caracterizado por esa barrera natural entre la particularidades del clima atlántico y el Mediterráneo y mesetario.
Murua elabora vinos de gran calidad, solamente reservas, gran reserva, de autor y blanco fermentado en barrica. El viñedo es propio, de 110ha. en un total de 44 parcelas! El 75% del viñedo es, cómo no, de Tempranillo. El resto es Graciano, Mazuelo y Garnacha. En cuanto a las uvas blancas, representa el 2%, con Viura, Garnacha blanca y Malvasía.
Hay que destacar, además, que las cepas son viejas, anteriores a los años 60. La vendimia es manual, dura 3 semanas, con selección de racimos, y da lugar a 400.000kg de uva, de la cual se utilitzan para vinificar 200.000. El resto, se vende.
Patricia nos explica que Murua, además de la línea clásica riojana, también elabora una línea moderna, de vinos de autor: M de Murua, un vino top, de tan sólo 3.500 botellas; y VS de Murua, un reserva en versión moderna.
Retomando la vinificación, cabe decir que la selección manual del racimo se ve completada por la máquina de selección por parámetros ópticos uva a uva, una tecnología de la cual disponen muy pocas bodegas en España (nosotros sólo recordamos haber conocido, de éstas, el caso de Oller del Mas en Catalunya). La vinificación es por tipo de uva y parcela, en 12 dipósitos de inox.
En el caso del blanco, contemplamos de qué manera se estaba haciendo el battonage del blanco, removiendo el vino dentrod e las barricas junto con las lías, durante 6 meses, 3 veces por semana. Las barricas, por cierto, son tanto de roble americano como francés, muy nuevas, de 5-6 años como máximo.
También se comienza a experimentar y a apostar por el hormigón tanto para la FAL como para la maloláctica. Actualmente, la maloláctica se lleva a cabo en las barricas.
A lo largo del recorrido vemos también tinas de roble francés de 1989 donde antes se llevaba a cabo la fermentación maloláctica y que ahora sólo actúan como recipientes.
En este tipo de bodegas, el botellero, para que los reserva y gran reserva acaben de redondearse, son de enorme importancia. Así, visitamos también la sala enorme de botellas, con 1'2 millones de ellas en stock, algo realmente impresionanete. Los reserva estan durante 4 o 5 años en botella antes de salir al mercado mientras que los de autor llevan menos botella. Actualmente, están saliendo los 2009.
Botellas de los años 70 |
También tenemos la suerte de ver, en la casa bodega museo de los Masaveu, una interesante colección artística de pinturas que está entre las 5 más importantes de España, con autores como Kaperotxipi, Zubiaurre o Kaperotxipi. Siempre, en relación con el mundo del vino o, si no, con el de la gastronomía en general.
Finalmente, llegamos al momento de la cata, en la que probamos el Blanco 2014, cupaje de Garnacha blanca, Malvasía y Viura. Se elaboran 11.600 botellas. Fermentación y crianza en barrica nueva durante 6 meses, con battonage. Lo acaompaños con un buen pan y un mejor chorizo.
En nariz destaca la manzanilla y la vainilla. En boca es todo cuerpo, y estructura, con carácter de tinto però suavizado por esa carencia tánica que aportarían esas variedades tintas. El origen de este vino se remonta a 1983, para las bodas de la familia Masaveu.
Nos gustó bastante, y está a unos razonables 9 euros.
A casa, nos llevamos un Reserva clásico, a 11 euros. (El VS vale 10'50).
Agradecemos desde aquí a Patricia esa mañana tan agradable que nos dedicó. Pudimos disfrutar tanto del vino como de la historia y de la propia bodega con sus instalaciones y colecciones, lo cual la hacen todavía más interesante de conocer, aunando cultura, tradición, patrimonio, arte, viñedos, innovación, calidez, calidad...
Murua, un sitio al que sin duda volveremos para seguir catando otras referencias.
(Fecha de la visita: viernes, 31 de Marzo de 2017)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada